Neumáticos Fuera de Uso

La masiva fabricación de neumáticos y las dificultades para hacerlos desaparecer, una vez usados, constituye uno de los más graves problemas medioambientales de los últimos años en todo el mundo. Un neumático necesita grandes cantidades de energía para ser fabricado (medio barril de petróleo crudo para fabricar un neumático de camión) y también provoca, si no es convenientemente efectuado el reciclaje del neumático, contaminación ambiental al formar parte, generalmente, de vertederos incontrolados.

Hasta hace muy poco, la mayoría de los neumáticos fuera de uso, terminaban en vertederos controlados o incontrolados, lo que supone un serio problema ecológico, además del desperdicio de un recurso valioso, también la industria cementera principalmente y otras industrias conseguían un mínimo aprovechamiento del poder calorífico de los neumáticos en su incineración, sin llegar a poder valorizar este residuo en su máximo potencial. 

Las plantas de tratamiento de  WASTE OVER aprovechan estos neumáticos fuera de uso para convertirlos de nuevo en la materia prima originaria, es decir en hidrocarburos. 

El Principio del Procedimiento de la Instalación se basa en la recuperación catalítica del Fuel (procedimiento sin presión). El objetivo es, en tanto sea posible en ausencia de aire, introducir en el reactor el material de entrada:  seco, el cual se caliente/evapora y, a continuación vuelve a condensarse.

Los neumáticos son estructuras tubulares complejas compuestas de caucho natural (su principal componente), caucho sintético, negro de humo (carga de refuerzo, formado de partículas muy pequeñas de carbono), agentes químicos (azufre, óxido de zinc, aditivos), aceites minerales y fibras reforzantes (hilos de acero y textiles). En las siguientes tablas se relaciona su composición porcentual:


 



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